En
1995 Susan Boyle se presenta en “My kind of People”, canta, y el conductor la
ridiculiza. Boyle sigue su canción hasta el final como si supiera. En 2009 sube
al escenario de
Britain's Got Talent y todas las
personas presentes, jurados y público, se burlan. Susan no es linda, no es
joven, no es políticamente correcta refiriéndose a sí misma “
tengo 47 años y nunca fui besada por un
hombre”. La misma edad que su madre cuando Susan nace de un parto difícil,
sin oxígeno y más tarde es diagnosticada con dificultades en el aprendizaje. “
Susan no alcanzará mucho así que no espere
nada de ella.”, recomiendan a su madre. Durante las primeras estrofas de "
I Dreamed a Dream" la
audiencia se queda en silencio, llora y finalmente ovaciona de pie. El jurado descifra
el acontecimiento y los productores también, elevando a Susan hasta lo
imposible. Finaliza el certamen en segundo lugar, pero consigue contrato para
un disco que supera en la preventa de Amazon a Beyonce y Lady Gaga hasta ser el
disco más vendido de 2009. Boyle no resiste el estímulo, enferma y la internan.
Se recupera pero no del todo. Le ofrecen vivir en Malibú pero su gata esta
grande y no la quiere hacer pasar por un viaje de 11 horas, así que no acepta.
En un episodio de “Black Mirror”, la jueza
de un reality de talentos le dice a la participante “tenemos demasiadas voces bonitas, necesitamos más estrellas porno”.
La productora
de cine para adultos Kick Ass Films le ofrece a Boyle un millón de dólares a
cambio de perder su virginidad en el rodaje de una película pornográfica. En
enero de 2010, Susan Boyle colapsa y mientras baila y canta obscenidades,
limpia los zapatos de los demás pasajeros en el aeropuerto de Londres gritando “
me escapé, me escapé”.
En 2012, a punto de empezar la gira que la devuelve a la escena, desespera en un
Burger King de Londres.
“Sólo quiero irme
a casa", le pide a su agente. El sueño de Boyle es la pesadilla
claustrofóbica de su psiquismo exhausto. En agosto de 2012, se presenta a Britain's
Got Talent Jonathan Antoine, y la atención se vuelve hacia el muchacho de 17
años con sobrepeso y aspecto andrógino que renueva la receta de humillación y
esplendor. Para entonces Susan Boyle es la millonaria de Blackburn -su pueblo natal de 5000
habitantes- donde canta Karaoke los sábados. Le dice al
The Daily Telegraph: “Claro que me gustaría tener a alguien
a mí lado, pero tendría que ser muy especial. No permitiré que ningún hombre me
diga lo que tengo que hacer.”
2 observaciones :
Brillante
Me encanto, especialmente el cierre.
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