son hermosas las autopistas

Las autopistas sí que son poesía instantánea, todas belleza y silencio.

Son hermosas las autopistas, Y manejar en ellas es el grado más profundo de meditación: la tertulia con el paisaje y una línea intermitente que se pierde al final del decorado.

Ayer escuche que el amor no inhibe el deseo y sentí algo parecido al desamparo pero: puedo con esto, con aquello y con todo. Puedo ponerme a pensar en lo que puedo y amontonar posibilidades contra la pared, treparme sobre ellas y saltar al otro lado.

Si fuera una película empezaría con una persona caminando de noche al costado de una autopista. Si fuera una poesía diría: no estoy solo.
Si fuera una canción seria en acordes menores y no tendría estribillo.
Si fuera perro me mordería la cola y la escupiría bien alto para que se la coma un cóndor y así dejar de dar tantas vueltas.